Te ayuda que me vaya; porque, si no voy, el Consolador no vendrá a ti; pero si me voy, o te lo mando. (Giovanni 16:7)
El Espíritu Santo tomó el lugar de Jesús cuando se fue y fue llevado al cielo.. De hecho, no pudo haber sido enviado antes de que Jesús fuera glorificado..
Las funciones del “Edredón” están contenidos en estos versos:
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El Espíritu Santo ... te enseñará todo y te recordará todo lo que te he dicho” (Giovanni 14:26)
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... testificará de mí (Giovanni 15:26)
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convencerá el mundo como para pecar, a la justicia y al juicio (Giovanni 16:8)
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te guiará a toda la verdad ... y anunciará lo que vendrá (Giovanni 16:13)
- … mi glorificará porque tomará el mío y te lo anunciará (Giovanni 16:14)
El Espíritu Santo es como un sello que Dios pone sobre todo el que cree, como signo que le pertenece. También es la prenda de los bienes celestiales que Dios dará a los suyos como herencia. (Efesios 1:13-14). Es Él quien nos hace comprender la Palabra de Dios y, por su testimonio en nosotros, sabemos la relación que tenemos con Dios por fe.
El Espíritu Santo también es el poder que obra en la vida de cada creyente., y su acción, como nos enseñan algunos pasajes del Nuevo Testamento, ella tampoco debe entristecerse, ni asfixiado, apagado. El Espíritu Santo obra en los corazones de los redimidos del Señor para desarrollar un afecto sincero por su Salvador y guiarlos a anhelar su regreso..