Somos tan falibles como seres humanos como tú y no tenemos la Verdad absoluta. Pero no creemos que estemos equivocados porque confiamos en la Biblia, a menos que debamos darle a este último la misma importancia que podemos darle a un libro fantástico o literario. Si cree en la Biblia y cree que es la Palabra de Dios, ellos no existen pero mi se, porque la Escritura es clara sobre estas cosas, Los mandamientos de Dios son esos y no hay interpretaciones para darlos., precisamente porque la Biblia nos fue dada a los creyentes directamente por Dios, y no necesita interpretación, al menos en los pasos más importantes, sobre los mandamientos y la salvación.
Tomemos un ejemplo. Nuestros padres siempre nos han dado una educación adecuada y nos han enseñado desde una edad temprana a distinguir el bien del mal., incluso con las reglas que a veces pueden parecer duras. Pero confiamos en nuestros padres y en lo que nos dicen, porque nos aman y no estan mal. Digamos que un día llega un extraño y nos dice lo contrario de lo que aprendimos de nuestros padres.. Nunca podemos tener dudas? Nunca diremos que nuestros padres nos dijeron mentiras y que en cambio este extraño que no conocemos y que aparece “con caramelo” y con una sonrisa, El dice la verdad , a pesar de que lo que dice es contrario a lo que hemos aprendido?
Los padres están ahí “Biblia”, los extraños son los “apariciones”.
Quien te da todas estas certezas?
Jesús Cristo, nuestro padre celestial! Lo sabemos muy bien y se nos ha manifestado con nuestra conversión.. Nadie más puede darnos certezas, porque “solo el es el camino”. Mientras os entregáis a la Virgen o creéis que es ella, la María de la Biblia. A la entidad que aparece desde el principio del mundo., que también se encuentra en el Antiguo Testamento. A la entidad que cambia de rostro y de forma en todo el mundo., ayer y hoy. A la entidad sobre la que Dios nos advierte en la Biblia, la entidad que lleva a su pueblo al pecado de la idolatría y lo aleja de su verdadero Dios.